De principio a fin
El Hilo Invisible gira entorno a un personaje
central, intensa y magistralmente interpretado por Daniel
Day Lewis . Nominado como mejor actor en los Oscar de mañana domingo, y que haría el cuarto de su carrera. Bajo la dirección de Paul Thomas Anderson, Lewis
interpreta al modisto Reynolds Woodcock, personaje de ficción pero
inspirado en diseñadores como nuestro compatriota Cristóbal Balenciaga o
Christian Dior.
Reynolds Woodcok es
la recreación de un genio de la alta costura en el Londres aristocrático de los
años 50. Un artista con un perfil atormentado, déspota con todos los que le rodean y “quisquilloso” como diría Alma su
musa venida del frío del Este. Enamorada de
él y de su arte, Alma con una fuerte personalidad muy al final se impondrá
consiguiendo relajar al artista provocándole una extraña dependencia afectiva hacia ella. Del genio con
su musa.
Reynolds es un ser
superior, y Alma le conquista pero empezando como su musa de “dimensiones perfectas”
y como amante a ratos. Todo ello es contado en un guión que en algún momento
puede abusar de un tempo exageradamente pasmoso pero combinado con un fino
suspense narrativo al estilo Hitchcock. La trama es sorprendente y peculiar.