Es difícil ser
original tratando de hacer una película sobre el Holocausto o la masacre sobre
el pueblo judío durante la segunda guerra mundial. Muchas y muy buenas
películas se han hecho al respecto como "La Lista de Schindler" o
"La vida es bella" por citar unas pocas. Por eso, cuando uno va a ver
"Phoenix" y lee una breve reseña se imagina que estarán mucho más
presente las escenas y momentos del horror retransmitido.
Pero no es el caso.
Ni un solo uniforme nazi, ni campos de concentración, ni multitudes de judíos
en los campos del horror y siendo masacrados por las SS, torturados por la
Gestapo o humillados por la población nazi.
Phoenix es una
historia íntima dentro del gran tema de los judíos que regresan de los campos
de la muerte tras la caída del régimen de Hitler. Podría ser la historia de
cientos o miles de personas enfrentados a los comportamientos más crudos del
ser humano: miedo, codicia, traición, mentira, engaño. La guerra como coartada
para todo. Pero siempre detrás, personas tratando de aprovechar la situación en
beneficio propio, a costa de la vida o la muerte de los que pensaban que eran
sus "seres queridos".
Es una historia de
sufrimiento, amor, reencuentro, decepción y reacción.
La protagonista,
Nelly, es una más de las víctimas de la limpieza étnica de los nazis, que
sobrevive con el rostro y la personalidad desfigurada. Su único objetivo cuando
es liberada, y posiblemente su medio para sobrevivir en los campos, como diría
Viktor Frankl en "El hombre en busca de sentido", es encontrar a su
marido, no judío, tras la guerra, recuperar con él su única referencia. Aunque
es rica, ha perdido a todos sus seres queridos salvo a su marido que no es
judío. Cuando le reconstruyen el rostro, no quiere otro distinto, porque quiere
ser la mujer que su marido recuerda. Es impresionante el estado ausente, casi
letárgico, de algunas personas que han sobrevivido al horror de los campos. Su
primera batalla es reencontrarse consigo mismos y con sus referencias del
pasado, que les recuerden que siguen siendo ellos, tras la experiencia
alienante de los campos.
Se presta a usar la
misma ropa y zapatos para que el marido compruebe que es ella. Pero su marido
no la recuerda. Quizá porque su marido nunca abrigó ninguna esperanza de que
volviera, no la echó nunca de menos. No fue un amor compartido, fue un amor en
una sola dirección, pero suficientemente poderoso para sobrevivir en el campo
si bien no se sabe si el encuentro con su marido es por amor o por necesidad
casi vital de tener un asidero con su mundo mientras estaba en los campos.
La traición
orquestada por el marido antes de que la protagonista sea tomada prisionera
responde al sentimiento de alienación que la población alemana tuvo durante el
mandato de Hitler. Como es posible que millones de ciudadanos decentes apoyaran
el exterminio o los campos de trabajo para los no arios, o miraran hacia otro
lado? En muchas ocasiones, casi cualquier cosa valía para distanciarse de los
judíos de forma que sus propios compatriotas alemanes no los evitaran o
acusaran. Ciertamente las evidencias que va obteniendo Nelly le van confirmando
su Johnny (o Johannes como él le pide que le llame al no pensar que ella es la
auténtica Nelly regresada del infierno) no es el esposo feliz por el
reencuentro. El final compensa una secuencia lenta durante buena parte de la película.
Es el resurgimiento del fénix.
Un final poético
donde Nelly toma las riendas de su vida ante la sorpresa del marido y los
impostores que tratan de rescatar la fortuna de la Nelly desaparecida.
Phoenix es también una
metáfora de la reconstrucción del pueblo judío, donde ya después de la Segunda
Guerra Mundial y ante la mayor y más cruel masacre sistemática nunca contra una
etnia, decide primero ubicarse y luego crear el estado judío finalmente
reconocido por Naciones Unidas. Buena parte de los judíos perdieron su
confianza en ser acogidos por otros países tras las sucesivas purgas o pogromos
sufridos en los últimos siglos, especialmente el sufrido en la Rusia de los
zares.
Phoenix no es una
película de cartelera comercial y donde sólo el análisis y la reflexión
consiguen extraer el jugoso valor una historia íntima más dentro de las
consecuencias del holocausto judío. Siendo una película alemana, con director y
actores alemanes, es una película valiente que continúa cicatrizando las
heridas de una época oscura para Alemania.
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