viernes, 4 de noviembre de 2016

"Un Monstruo Viene a Verme"

Podríamos decir que la vida nos va convirtiendo en adultos a medida que afrontamos los momentos más difíciles. Uno de ellos es sin duda el ver pasar a un ser querido. Por esto, es una película de como afrontar la madurez de la vida donde el protagonista es un niño. El aparente centro de gravedad es la tristeza, la soledad, el agobio de un niño que se enfrenta a la situación difícil de sentimientos que genera la agonía de la madre, enferma irreversible de cáncer. El cielo plomizo, ambiente húmedo y solitario de las zonas aledañas de Manchester contribuye a redondear el ambiente opresivo que Connor respira día a día.

Es una alegoría gráfica e imaginativa de las lecciones que Connor ha de aprender para asumir sus propios problemas. Problemas de aceptación de su yo y de su realidad, problemas que no dejan de crecer hasta que el tejo milenario de la colina, reconvertido en monstruo, viene a hablarle en forma de historias de los valores profundos que nos permiten reconciliarnos cpn nosotros mismos y desarrollarnos mejor en la vida. Es una alegoría que nos recuerda el poder curativo de las historias sin moralejas. Podríamos decir: "dame una buena historia y conquistaré el mundo"


La primera historia nos recuerda que las apariencias engañan y que siempre hay un punto de luz en lo más oscuro, que la luz más rutilante siempre tiene sombras ocultas. Tenemos que ver la auténtica verdad en lo que nos rodea, y pensar que hay una natural inclinación hacia la bondad más presente de lo que imaginamos en muchas personas. Al final, lo que cuenta es la verdad detrás de las apariencias.

En la segunda historia vemos como la falta de autenticidad nos lleva por caminos equivocados y que a veces puede ser demasiado tarde para rectificar. Pero no siempre la verdad está disponible para nuestros ojos, tenemos que hacer un esfuerzo para acostumbrarnos a su brillo, con frecuencia esquivo al ojo no preparado.

En la tercera historia nos enseña a aceptar como nos ven los otros. Podemos ser visibles o invisibles, y cómo nos ven en parte depende de cómo nosotros nos queremos mostrar. Una vez más la autenticidad de nuestro carácter determinará la forma en la cual los que nos rodean nos perciben y por tanto como se relacionan con nosotros.

Siendo una película tan centrada en el yo interior del niño, sus miedos y sus frustraciones, sus relaciones con su entorno no pueden ser sino de rechazo y aislamiento hasta que acepta las situaciones como son, no como a él le gustaría que fueran. Puedes romper todos los muebles que quieras, puedes incluso golpear a quien te humilla, pero nada cambiará si no cortas el problema por su base.

En una película de final feliz aunque algunos lloren. Sobre todo porque Connor deja de llorar por dentro. Acepta la muerte de su madre aunque deja de desearla, se "reconcilia" con sus enemigos del colegio, y acepta vivir con su abuela, que demuestra que siempre estuvo más cerca de Connor de lo que él imaginó. La madre en el lecho de muerte hace la transición en vida entre nieto y abuela. Y el álbum de pinturas en la mesa de su habitación le recordarán que su madre vive dentro de él.


El monstruo hizo bien su trabajo. Sus historias ayudaron a Connor y pueden ayudar a cualquiera que vea algo más adentro esta película.



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