Clara y Claire

Ha surgido una nueva forma de afrontar la soledad - las redes sociales -, que en ocasiones usamos las personas para buscar solución a un déficit de relación, a cómo enfrentar una situación traumática o a un problema de auto aceptación cuando no estamos cómodos en la vida. 

Bien usadas, las redes sociales son un acelerador positivo de las relaciones, y una combinación inteligente de una experiencia de relación a través de las redes de internet y una relación social física sana representa seguramente el mejor resultado. En otras ocasiones, las redes pueden crear dependencias enfermizas en personalidades aún por formar o en situación de vulnerabilidad emocional.

Hay muchas redes, de relación profesional y personal en el sentido amplio, y por tanto no es prudente realizar valoraciones de carácter general. Lo que sí está claro es que las redes son un fenómeno tan nuevo y en constante cambio que cada vez veremos más películas sobre el impacto de las redes sociales en nuestras vidas. Como aceleradores de las relaciones sociales, las redes y la mensajería de internet crean relatos que cada destinatario interpreta a su manera. 

"Clara y Claire" es más que una película sobre redes sociales, por mucho que la hoy denigrada Facebook sea una pieza fundamental en la trama. Es una película con un profundo trasfondo en la persona ante circunstancias cada vez más habituales de la vida hoy como es el caso de la ruptura de relaciones sentimentales y cómo algunas personas lo afrontan.  

Quizá autoestima, frustación, engaño, soledad, falta de cariño, son los motivos que empujan a Claire a construir su avatar dando vida virtual a Clara Antunes. Tan guapa, inteligente, al tiempo que encantadoramente esquiva, casi diabólicamente perfecta y por ello más deseable. Pero también irreal, sabiéndose una cenicienta que nunca podrá ser deseada con su ropa normal por Alex, su príncipe de Facebook. La invisibilidad de Claire en la escena del andén ante su príncipe es clamorosa. 

El príncipe de Facebook del cual Clara se enamora, sí, parece posible enamorarse antes incluso del contacto físico, es casi un veinteañero al que el director, de forma muy inteligente, otorga tres posibles papeles en el final de la película. Uno, desolado; un segundo, despechado; un tercero, esperanzador. Para que el espectador pueda elegir. 

La película se desarrolla en un formato flashback que hace algo complicado, pero al tiempo intrigante, el desarrollo de la trama. Esos planos temporales dotan de una perspectiva a "Clara y Claire" una película con una gran condensación. Por eso, siempre se agradecerá una conversación posterior entre los que la han visto para apreciarla. 

Si la soledad en la sociedad actual ante la rotura de parejas o la mayor variabilidad de las relaciones en general sólo representan una aceleración de viejos problemas, las redes sociales hoy pueden ser mecanismos de evasión, útiles en muchos casos, pero también perniciosos porque hemos de verificar que la identidad de nuestros interlocutores sea confiable - podría ser una lectura - especialmente cuando depositamos nuestros sentimientos y nuestra carga de confidencialidad vital. 

Un tanto más para el cine francés y para la estupenda Juliette Binoche. Una película recomendable.