domingo, 11 de abril de 2021

"Ma Rainey´s Black Bottom" o "La madre del Blues"


En esta película volvemos a encontrar una historia de negros que rescata a Ma Rainey, considerada la "madre del Blues", en una lograda reivindicación de la lucha de los negros por su reconocimiento, sus orígenes y sus intentos de sobrevivir y triunfar en la competitiva sociedad norteamericana de los Estados Unidos previos a la crisis de 1929. 

En la época, la diferencia entre los estados del sur y del norte seguía estando presente sesenta años más tarde de la guerra de Secesión motivada en parte por formas distintas de entender la integración de la población negra norteamericana. En el norte, en Chicago, donde se desarrolla la acción, Ma Rainey, consolidada como cantante ya rica y reputada en el sur, y aunque también ya reconocida en el norte, ha de luchar contra las imposiciones de los productores de la Paramount Records que tratan de "encapsular" su música en los discos. Estamos en los albores de la industria discográfica, de la música masiva, y Ma Rainey es consciente de que su superlativa presencia en los escenarios será sustituida por su voz en discos de gramófono, los antecesores de los vinilos de los años 50.

"La madre del Blues" representa muchas historias, además de las personales dentro de su banda, pero para mí es sobre todo una historia sobre el ascenso social, el éxito y el mantenimiento de las raíces, por supuesto en el marco de reivindicación de la integración de los negros, cuestión que sigue aún hoy latente en Estados Unidos. Pero todo esto no se percibe si se ve la película sin más preparación, y por ello es bueno situarse en el contexto visualizando los más de treinta minutos posteriores a la proyección de Netflix donde actores, directores y promotores desgranan el marco temporal y los hechos. Por eso va más allá de ser sólo una película, es una obra donde el director pone el arte a disposición de un recuerdo, una memoria y una reivindicación aun viva. 

¿Quien fue Ma Rainey? El aclamado actor Denzel Washington afirma que ahora se la reconocerá, y el cine de Netflix recordará lo que Ma Rainey conseguía como "embajadora del blues" en los años 20. Debió ser un fenómeno a la luz de la riqueza que acumuló (se le estiman más de 2 millones de dólares en la época) aunque está menos contrastado su histrionismo al menos como el director lo representa en esta cinta, donde se mezcla una zona de cierta intrascendencia en el rodaje del disco durante buena parte, hasta que la acción se acelera en el último cuarto. Digamos que se masca la tragedia que se va gestando en la tensión subyacente de las escenas y de las conversaciones. No es una película alegre, es soterradamente violenta reflejo de las muchas tensiones subterráneas. 


Ma Rainey encarna el éxito negro consolidado, y su notable forma de imponer su poder se manifiesta durante toda la película. "This is my way," y si no te gusta, me voy con mi banda al sur de vuelta, es lo que Ma repite continuamente. Frente a ello, solo el virtuoso y joven trompetista de la banda, de trágica y marcada infancia, se atreve a confrontar con su estilo propio, pero  no tiene paciencia, no tiene estrategia, lo quiere todo y lo quiere ya. Se enfrenta a Ma y al "sistema". Y aunque será recordado por su virtuosismo y su estilo particular, no tendrá una vida fácil. 

Éxito, raíces, poder, son algunas de las palabras que resuenan en el pensamiento cuando reflexionas sobre la película. Es una película de constantes conversaciones y escenas alegóricas, y sólo viéndola con ojos atentos e inquisitivos se puede descubrir la trama narrativa de la misma. 

El blues, como el cante jondo de los gitanos y muchas otras canciones étnicas o del "pueblo profundo", representaba manifestaciones de espiritualidad, de consuelo o de aspiración en una época donde los negros eran oprimidos físicamente para trabajar de sol a sol y de cómo conectaban con sus raíces africanas. Entonces no había palabra escrita, no había libros que contaran sus historias, muchos eran aún analfabetos. Ma Rainey las contaba y las cantaba, las hacía sentir en sus blues. Ma Rainey fue una líder, un icono para los negros en los años 20 del siglo pasado. 

Y ahora vuelve a serlo en esta película que la crítica aclama y que tiene ya varios galardones, especialmente en interpretación, cerca de la antesala de los Oscars.

Mucho da para hablar esta película que se rueda en el ambiente opresivo de un estudio de Chicago, desconchado, donde la luz ilumina a los protagonistas de tonos ocres y sudorosos, de luces que refuerzan los mensajes de las interpretaciones. La obra está originalmente concebida para el teatro, y por eso la película es casi teatro filmado. Más mérito aún para el director, pero se captará mejor si el espectador es capaz de ver más allá que los estrictos minutos que dura la película.





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