domingo, 9 de octubre de 2022

En los márgenes

Historias a trozos, con escenarios conocidos y denominadores comunes. Reivindicación frente a la injusticia es el hilo conductor de la película "En los márgenes", producida por Penélope Cruz junto con Alvaro Longoria, que también es la actriz principal junto con el siempre característico Luis Tosar y con una pequeña aparición de Juan Diego Botto, director del film. Los desahucios en los barrios periféricos en el sur de Madrid."En los márgenes" es sobre todo cine denuncia, y, por tanto, hay que preguntarse primero si el guión describe bien todo el problema o si responde al enfoque que sus productores buscan, y la respuesta es sencilla cuando terminas de ver la cinta.

También son historias de solidaridad, amor y familia, porque en este caso, la moneda tiene varias caras, que sin dejar de ser ciertas, forman parte del panorama con que los promotores de la película conectan con los espectadores. 

Podemos describirlo como realismo social, porque los desahucios se han convertido en parte de la vida del deseo sempiterno de ser propietario de una vivienda. Pero este realismo social no es toda la realidad. 

Los desahucios son posiblemente una de las partes más duras del sueño fallido de ser propietario de una vivienda. Cuando uno se despierta con la consciencia de que no se puede pagar la hipoteca o aún peor, cuando el aval al préstamo de un hijo expulsa a los padres de la casa pagada con los ahorros de toda una vida. Y cuando ya no queda ninguna solución a la que recurrir. 

Los desahucios son la acción legal de los bancos una vez que los propietarios de una casa hipotecada no cumplen con los términos de un contrato hipotecario, donde la ley otorga al banco el derecho a reposeer la vivienda al completo si no se pagan las cuotas, aunque quede una parte solo del crédito original. 

Puede haber mecanismos para luego devolver parte del dinero generado por la venta al prestatario original, pero forman parte de un proceso incierto, tortuoso y lleno de sufrimiento y frustración para quienes lo viven. 

Pero también es cierto que todas las leyes que dan seguridad en un país gira sobre derechos de propiedad que no pueden ser vulnerados sin consecuencias, porque de otra forma habría mucha menos actividad constructora, pisos cerrados al alquiler y, por tanto, muchas más personas sin posibilidades de habitar una vivienda. 

Por eso "En los márgenes" es la respuesta  -más que una propuesta, es una oposición- de unas personas ante un sistema que no funciona para ellas. Un aspecto inquietante del mensaje es que los malos siempre son los mismos, los bancos, los propietarios, y los buenos siempre son los desposeídos. 

La realidad es mucho más compleja y una película más equilibrada hubiera presentado todos los puntos de vista, pero la película no solo pretende denunciar la posición de los más débiles, que también tienen sus propias responsabilidades. 

Emergen de la película mensajes como la soledad y las mujeres. Todas las historias que poco a poco se entrelazan al final tienen como protagonistas a las mujeres, bastiones para salir adelante frente a las dificultades más extremas. Se sienten solas ante maridos que en la película aparecen ausentes o débiles, derrotados. 

También los hijos, las víctimas silenciosas de los fracasos en la vida de los padres, que ya comienzan su vida con rémoras que tendrán que cicatrizar a lo largo de sus vidas.

El altruismo de abogados luchadores de causas en el límite, dechados de buenas intenciones, escenificado en el personaje que interpreta Tosar, cómicamente representando un intento voluntarioso y descoordinado por taponar las fugas por las que el sistema no funciona, y de camino, poniendo en jaque la propia estabilidad de su vida.

Las asociaciones antidesahucios, organizaciones paralelas para luchar contra un sistema que no funciona, crítica explícita de la gente que está en los márgenes. Un drama social que existe en todos los países desarrollados, y que hace pensar en el funcionamiento de nuestras sociedades, ya que la disminución de las personas en la clase media, y su capacidad económica para vivir, sobre todo en las grandes capitales, cada vez está más al límite ante la subida de los precios, aún más agravado por la reciente inflación. 

"En los márgenes" tiene el valor de cierta novedad, en tanto es uno de los pocas películas que tratan el tema de los desahucios, pretendiendo elevar su perfil mediático, con actores ancla significados por sus manifestaciones sociales. Pero queda en un intento de dar una panorámica única de los problemas que trata. Por ello se queda en cine denuncia, y como tal hay que verlo.

Muy del mensaje de aquí seguiremos es la escena congelada del final. Digna de una manifestación de izquierdas reivindicando la lucha de clases... Nada nuevo bajo el sol, si bien todo un drama del que hay que ser consciente a nivel personal y social, que no tiene una solución sencilla, y que tampoco es la que proponen en su mensaje los autores de "En los márgenes".





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