sábado, 2 de diciembre de 2023

Napoleón

 

Parece que poco, o mucho, se puede decir de Napoleón Bonaparte. Sin duda es un personaje conocido de la Historia de occidente, pero al mismo tiempo desconocido por muchos. Y a ello en buena parte contribuye la época turbulenta en que vivió y lo que Napoleón significó, justo tras la trascendental Revolución Francesa, el comienzo del declive de la monarquía absoluta, el inicio del pensamiento laico, la aparición de los estados como forma de organización política, el comienzo de la revolución de las ideas y de la democracia que hasta hoy hemos heredado en Occidente. 

Pero no es esto lo que vemos y aprendemos en la película "Napoleón", de Ridley Scott, quizá por dos razones: primera, porque no es posible en una cinta de poco más de dos horas; y segundo, porque Ridley Scott conoce los ingredientes del éxito comercial, a saber, contar una historia sobre un héroe, integrándolo con una historia de amor, guerra y acción típica de una superproducción. Véanse exactamente estas líneas en sus películas previas de "Gladiator" o "El reino de los cielos". 

Por ello, ver "Napoleón" es ir a ver la película que nos cuenta Ridley Scott, no es ver la historia de Napoleón en el contexto del momento histórico y la importancia de lo que supuso su persona para la Humanidad, ni por supuesto para Francia. No me imagino que muchos franceses estén satisfechos con la película, y la película sí puede abundar en la conocida capacidad de los ingleses de crear "leyendas negras".


No porque lo que se diga no sea verdad, sino porque no es toda la verdad y la historia hay que contarla con énfasis equilibrados. Pero hacer una película es un negocio, además de una forma de manipular, y no es una pretensión de contar la historia. Para un público mínimamente interesado, recomiendo ver la Wikipedia antes de ir a ver Napoleón y se constatará el abismo entre los hechos y el enfoque que ha dado Ridley Scott a su película "Napoleón".

Contar la historia de Napoleón (1769-1821) desde sus veinte años hasta su muerte en poco más de dos horas es imposible y mucho más se espera de aparentes proyectos de documentales o series en plataformas como Netflix sobre su tiempo y figura. Personajes centrales como Talleyrand, Robespierre, Fouche aparecen marginalmente. Las "guerras napoleónicas" no se esbozan con claridad (fueron siete), también llamadas "guerras de coalición", ya que fueron coaliciones variables entre países en un momento donde Europa estaba dominada por Inglaterra, Prusia, Rusia y la también emergente Francia, el primer país que hizo levas más profesionales y que en época de Napoleón dio nacimiento a leyes y organizaciones administrativas y legales que vertebraron el estado francés. Poco se habla del expolio cultural de las tropas de Napoleón, casi jocosamente de su paso por Egipto, y nada de la trascendental invasión de España y retirada posterior. 

Napoleón Bonaparte está interpretado por el estupendo papel de Joaquín Phoenix y es posiblemente un buen reflejo de un carácter solitario, taciturno, al tiempo que visionario, paciente y sin escrúpulos que tienen muchos de los líderes que cambian el futuro (no digo si para bien o para mal). Napoleón fue un estratega militar único e innovador en su tiempo (admiraba a Julio César, a Alejandro Magno, los otros grandes conquistadores de la historia), y para nada fue un precursor de la futura democracia (la escena de su autocoronación como emperador es de lo mejor de la película, junto con las escenas bélicas). Fue un hijo evolucionado de su tiempo, que se erigió en un monarca aún más poderoso que los reyes absolutistas que pasaron por la guillotina unos pocos años antes. Abolió el terror anárquico de la revolución francesa para evolucionar a una especie de monarquía más moderna con afanes imperialistas.

El centro de la película son, por tanto, las batallas y la relación con Josephine Bonaparte, relación que debió ser tormentosa y frustrante para la pareja, y que la película explica que hubo de ser sacrificada por el bien de Francia y su imperio. 

France, Armée... Josephine fueron, según dicen sus biógrafos, las últimas palabras de Napoleón antes de morir (en la película, por cierto, no es ese el final que aparece, y sí más parecido a la muerte de Vito Corleone en "El padrino". Deben ser licencias de la película, quizá no de la historia).





1 comentario:

  1. Excelente comentario Enrique. Subrayar la imagen pusilánime que la película ofrece de Napoleón y su dependencia de la figura femenina tanto de Josefina como de su madre, lo que trasmite la frustración y taras mentales del personaje provenientes de su egocentrismo y ambición.

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